
Marketing Cinematográfico


















Distribuidores y exhibidores, aliados en los cines:
Dos son los perfiles más relevantes, en el caso de la explotación en salas, en el canal de distribución de la película desde el tenedor de los derechos al espectador: el distribuidor y el exhibidor.
El distribuidor es quien realiza la labor comercial y, dependiendo del caso y el acuerdo que llegue con el productor, desarrolla e implementa la campaña de marketing de la película.
En el caso de una película cuyos derechos han sido adquiridos en los mercados internacionales, la más habitual es que sea la distribuidora quien asuma ambas funciones.
En el caso de la producción argentina, debido a la proximidad, la importancia y mayor autoexigencia del propio mercado, el productor suele contar con la colaboración de profesionales del marketing. Éstos se incorporan al equipo de la productora desde el desarrollo de la película, como ocurre en los estudios de Hollywood, para optimizar todos los aspectos de los que venimos hablando. Estos profesionales, llegado el momento de la distribución, colaboran con el departamento de marketing de la distribuidora.
El exhibidor es aquel que gestiona las salas en las que se proyectan las películas. Por tanto, es aquel que tiene el contacto directo con el espectador. Es quien está tras el mostrador de venta y puede tomar el pulso directo del cliente. La pantallas, y las buenas pantallas (en términos de rentabilidad) , son un bien preciado por escaso respeto al volumen de estrenos. Esto se debe a que hoy en día existe una desproporción entre la oferta que generan los distribuidores (números de estreno y número de copias para cada estreno) y la demanda que el exhibidor, y por tanto el espectador, puede generar. Eso lleva a que el pulso entre el exhibidor y el distribuidor en el trato de la copia, respecto al tipo de sala, pantalla y número de pases a los que acceda sea la piedra de toque de esta fase del negocio. Dependiendo de la rentabilidad de la copia, esperada y resultante, el exhibidor tratará la película de una manera más o menos preferente en su sala o circuito.
El consumidor habitual de cine suele acudir a las mismas salas, donde no sólo encuentra una programación aceptable, sino que, además, se encuentra a gusto en el entorno.
Es importante entender el ciclo de vida de un producto cinematográfico estrenado en cine para desarrollar una campaña de marketing adecuada. Así como en otros mercados el ciclo de vida de un producto comprende cuatro etapas que se desarrollan durante años (introducción, crecimiento, madurez y declive), una película estrenada en cine tiene básicamente una curva decreciente. Algunas muy pronunciadas (en caso de productos muy comerciales), otras menos marcadas, en aquellos títulos que funcionan bien y permanecen tiempo en taquilla.



